Han pasado 75 años desde que en el año 1932 se abriera al público la habitación donde Fryderyk Chopin compuso, desde diciembre de 1838 hasta el 12 de febrero de 1839, varias piezas como un scherzo, la balada nº 2 en fa mayor, dos polonesas, una serie de nocturnos, una marcha fúnebre o parte de sus 24 preludios, cuyas partituras originales ahora descansan en el Museo Nacional de Polonia.
Por primera vez en la historia del Museo Chopin Celda 4, ubicado en La Cartoixa de Valldemossa, se celebra un concierto y será con motivo de la conmemoración de su 75 aniversario. El espacio elegido para esta celebración ha sido un antiguo altillo de la celda, recientemente rehabilitado, y que fue utilizado como estudio por los pintores Enrique Ochoa y Claudio Torcigliani en la segunda mitad del siglo XX. «El 75 aniversario del centro coincide con la apertura de este nuevo espacio del museo en el que se harán actividades relacionadas con la vida y obra de Chopin y la escritora George Sand», adelantó el director del Museo Chopin Celda 4, Gabriel Quetglas Olin.
La pianista japonesa Aya Okuyama será la encargada de ofrecer mañana, a las 19.00 horas, un recital en el que se interpretarán algunas de las obras que el compositor polaco compuso en Mallorca. En el programa del concierto la intérprete tocará, además, ePreludio y Fuga en Sol menor, de Johann Sebastian Bach. «Chopin sólo se trajo a la Isla estas partituras y las tocaba cada mañana. De esta forma, quedará reflejado el trabajo que realizó el compositor en esta celda», comentó la pianista.