R.C./EFE
Un cuadro firmado por Joan Miró en 1927, Peinture (Le cheval de cirque), se subastó ayer en Nueva York por 7,379 millones de euros (10 millones de dólares y 1.400 de las antiguas pesetas) en una puja en la que la pieza más cara fue Naturaleza muerta con melón verde, de Paul Cézanne, que se vendió al remate por casi 19 millones de euros, el segundo precio más alto pagado en subasta por una obra de papel, y donde un cuadro de Picasso de su época rosa, Cabeza de Arlequín, salió por 11,146 millones de euros.
Peinture (Le cheval de cirque) fue pintado por Miró en 1927, en pleno idilio del artista con el movimiento surrealista, al que se unió en 1924, y esta tela, que mide 130 x 97 cms es una pieza 'rara' en la producción mironiana, surgida en ese momento en el que gracias al grupo que lideraba Bretón, y tras una crisis en su pintura, según confeso el propio artista, abandonó «el realismo por la imaginación» y por la exaltación del subconsciente.
En cuanto a la pintura de Cézanne, Naturaleza muerta con melón verde, realizada entre los años 1902 y 1906, fue adquirida en el remate de arte impresionista y moderno de Sotheby's por un comprador anónimo, por un valor mayor al estimado máximo de la firma. Con este precio de venta alcanzado, que incluye las comisiones de la casa de subastas, el bodegón de Cézanne pasa a convertirse en la segunda obra sobre papel más cara vendida en una subasta, después de una de Pablo Picasso.