L.MOYÀ
Escritor, dramaturgo, periodista y pintor. Santiago Rusiñol fue un artista multidisciplinar que se atrevió con estilos y técnicas diferentes y que dejó huella en los lugares en los que vivió. Mallorca fue uno de sus destinos. Aquí encontró la luz que buscaba y un círculo de amigos con sus mismas inquietudes. La exposición Rusiñol, la passió per Mallorca. Del luminisme i el simbolisme a l'estampa japonesa, que ayer se inauguró en el Museu Es Baluard, recoge su paso por la Isla y, sobre todo, las obras que nacieron en su isla de la calma. «Podría haber escogido entre múltiples facetas, pero, al final, me decanté por destacar las dos características de las dos etapas de Rusiñol en Mallorca: el interés por la luz de la primera y la influencia del simbolismo y de la estampa japonesa de la segunda», explicó Isabel Coll, comisaria de la muestra, que ha contado con la colaboración de la conselleria de Cultura. Así, cuando Rusiñol llega a Mallorca en 1893, plasma en sus lienzos la luz de Sitges, «aplica el efecto de luminosidad que ha descubierto en la localidad catalana». Nueve años después, en 1901, el autor regresa cambiado y más interesado en otros aspectos: «Las estampas japonesas y la esencia del simbolismo, que consolida en la Isla». «Compositivamente, su pintura se presenta a través de la técnica oriental, aunque, a pesar de ofrecer una visión realista, deja entrever una sensibilidad poética».
Isabel Coll destacó «los problemas para encontrar piezas de la primera etapa, sobre todo porque algunos coleccionistas privados no han querido ceder obras para la muestra». De la segunda, quiso recalcar la presencia de Castell del rei y Castell a hora baixa, que el artista realizó para decorar el Gran Hotel. «Rusiñol sentía una auténtica pasión por Mallorca, su luz y su ambiente. En la Isla se siente acogido y, además, se encuentra con Joaquim Mir». Durante la inauguración, Francesc Fiol, conseller de Cultura del Govern, quiso remarcar el origen de la iniciativa: «Pere A. Serra nos comentó que no podíamos pasar por alto la conmemoración del 75 aniversario de la muerte de Rosiñol, por lo que decidimos ponernos manos a la obra».Al acto acudieron, entre otros, el vicepresidente del Consell, Miquel Nadal; el conseller d'Interior, José María Rodríguez; el presidente de la Fundació Es Baluard, Rogelio Araújo; Pere A. Serra, patrono de la fundación; los coleccionistas Xavier Trias de Bes; Norman Cinamonn, biznieto de Rusiñol; los duques de Maura; y artistas como Betty Gold, Jaume Mir o Patrick Guino.