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«En la Velvet nos propusimos hacer una música imposible de imitar»

John Cale actuará el próximo día 22 en Lloseta para presentar 'Circus Live'

Imagen promocional del veterano John Cale, que tocará en Lloseta este mes.

JOAN CABOT

John Cale tiene fama de malhumorado. Pero tener un disco que vender ablanda y, a pesar de tener la voz que se le supone a un hijo de minero galés, parece educado al otro lado del teléfono. Habla de Circus Live (EMI, 2006) como su último gran proyecto. Se trata de un álbum en el que repasa junto a su nueva banda cuarenta años de carrera. Porque Cale, que actuará en el Teatro de Lloseta el día 22, era un niño prodigio que antes de los treinta años ya formaba parte del Dream Syndicate de LaMonte Young. Y luego vino The Velvet Underground. Junto a Lou Reed, fue el motor de una de las bandas más importantes de los sesenta cuya radical propuesta forma parte del génesis del punk y de la mayoría del rock interesante hecho desde entonces. Él mismo contribuyó a engrosar esa categoría ejerciendo de productor en los primeros trabajos de The Stooges, Patti Smith, Nico o The Modern Lovers. Y quizás ha llegado el momento de hacer justicia a un galés incansable que ha transitado entre la élite vanguardista y la furia del rock con coherencia.

-En 'Circus Live' repasa buena parte de su carrera. Es, quizás, el tipo de disco que muchos fans esperaban de usted.
- Sí, especialmente los que echaban de menos la parte más salvaje de mi trabajo, los que aún recuerdan el período del rock'n'roll. Yo me estoy divirtiendo muchísimo estando de gira y es algo que echaba de menos. Estoy muy contento porque hay mucha energía en este disco y en los conciertos que estamos haciendo.

-¿Hasta qué punto está relacionado hacer un disco como éste con HoboSapiens y BlackAcetate, que han supuesto su retorno al rock?
-En realidad, creo que se debe más a mi manera de trabajar desde hace un tiempo. Me di cuenta que lo pasaba mejor escribiendo en el estudio, que así trabajaba más rápido. Así que intento entrar en el estudio sin ideas preconcebidas. Además, he tenido mucha suerte encontrando a mi actual banda. Les encanta arriesgarse y nos divertimos mucho en directo. En realidad, la idea de Circus Live empezó con los arreglos que les hicimos a un par de viejas canciones que terminaron siendo una parte central del repertorio en directo.

-No ha abandonado edroning [repetir un sonido o sonidos hasta el infinito].
-Bueno, en este disco es más una especie de tapiz. Está allí detrás: el disco empieza con un dron y acaba con él.

-Para muchos el concepto dedroning revolucionó la música en los sesenta.
-Bueno, creo que hay dos maneras de acercarse a él. Para los músicos de vanguardia fue una manera de medir el tiempo, de pensar en chino. Trasladar edroning al rock fue valioso porque le daba... espacio. Introducía espacio en la música. Phil Spector lo consiguió poniendo arreglos wagnerianos en sus producciones de rhythm'n'blues. The Velvet Underground introdujimos edroning en nuestra música y te daba esa sensación de espacio muerto detrás de la música, algo al fondo de todo el paisaje.

-La herencia de The Velvet Underground ha sido reivindicada por muchos. ¿Cómo se siente respecto a eso?
-Nunca quise que nadie imitara lo que hacíamos. No creo que imitar a nadie sea bueno para el alma. Creo que es mejor que hagas lo que se te da bien. Nadie debería copiarnos porque fuimos como una revuelta. En los sesenta, para tocar en Nueva York debías tocar lo que estaba en las listas, algo que estuviera en el Top Ten. Así era como conseguías un trabajo de música. Pero nosotros nos negamos a hacer eso. Nos propusimos hacer una música que fuera imposible de imitar o copiar. Nos esforzamos en hacer arreglos diferentes, probar diferentes tonalidades y componiendo canciones diferentes... Fue algo realmente elaborado, queríamos que fuera complicado imitar nuestro sonido.

-Puede que sea por eso que The Velvet Underground lo cambió todo.
-Sí, esa actitud la teníamos los cuatro, no solamente dos.

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