La Setmana de la Cultura de les Illes Balears celebrada estos días en Nueva York ya ha dado sus primeros frutos. El Institut d'Estudis Baleàrics (IEB) ha cerrado con Scholastic, primera editorial dedicada a la literatura en castellano de Estados Unidos, un convenio por el que la revista infantil y juveniOoohéee será distribuida en todo el territorio estadounidense, «especialmente en librerías especializadas, bibliotecas y high schools», según explicó ayer Antoni Planas, responsable del área de proyección exterior del IEB. Planas, asimismo, adelantó que ha tenido una reunión con el World Music Institute, «institución muy interesada en traer a dimonis y xeremiers de Mallorca para inaugurar un festival de cultura mediterránea que se celebrará en septiembre en Central Park».
Estos son algunos de los acuerdos de colaboración consolidados ya por el IEB en la Gran Manzana, aunque Planas afirmó que «ha habido toda serie de encuentros con otras editoriales de los que se podrían derivar la distribución en Estados Unidos de libros publicados en Balears», así como un primer contacto con la Oficina de la Generalitat de Catalunya en Nueva York para «poder contar con sus infraestructuras en futuras ediciones de esta semana de promoción de la cultura balear» en la ciudad.
El ciclo celebrado durante esta semana en Manhattan se clausuró ayer con un recital poético protagonizado por Miquel Cardell y Ponç Pons en el Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, que leyeron una selección de sus poemas. En el mismo acto, el también poeta Melcion Mateu, profesor de catalán de este centro universitario, leyó composiciones de autores clásicos de Balears. Un día antes, Cardell dirigió en el Instituto Cervantes la mesa redonda Escribir en una isla, escribir aislados, en la que participaron los escritores mallorquines Carme Riera y Antoni Vidal Ferrando, y el autor martinico Edouard Glissant, famoso mundialmente por su lucha contra la intolerancia. Glissant disertó sobre su teoría basada en que existe «una literatura continental y una literatura propia de los archipiélagos». Si la primera «es monolítica, adaptada a un sistema predecible», la segunda «es frágil, individual y ligada a la imaginación». El escritor y pensador consideró que «el devenir del pensamiento y de la literatura debería ser una mezcla de ambas tendencias. Lo contrario nos llevara a la masacre».