NURIA ABAD/LAURA MOYÀ
La inauguración ayer por la noche de la exposición Santiago Calatrava. Escultures, dibuixos i ceràmiques y de la monumental escultura Bou no dejó indiferente a ninguno de los asistentes. Una encuesta realizada entre algunos de los artistas que acudieron al evento permitió descubrir las diferentes opiniones y reflexiones suscitadas en torno a la obra de uno de los arquitectos nacionales más prestigiosos y de más renombre de la actualidad. La dimensión artística menos conocida de un creador internacional se convirtió en la protagonista de la velada.
La escultura fue, probablemente, la pieza más comentada entre los presentes. Instalada en la terraza del museo, la obra mide quince metros de altura y su diseño ha sido donado por Calatrava a Es Baluard. Gloria Mas aseguró que la pieza le gustaba, pero que tiene un inconveniente: «Ha generado una problemática». «Lo que más me ha interesado es su salida hacia fuera, aunque parece que esto ha sido el principal motivo de las críticas». La artista ofreció una alternativa a esta situación: «Tal vez podría convertirse en móvil y que cambiara de posición para acallar a los detractores».
Rafa Forteza afirmó que «Palma no necesita este tipo de elementos estéticos porque su grandeza es un compendio de vivencias». «Calatrava es un buen creador funcional, pero la escultura no se rige por conceptos volumétricos. Tiene que haber una ritualidad». Pep Guerrero, por su parte, opinó que «Bou es un punto de referencia. Las críticas terminarán acallándose. Esta obra no es una escultura cualquiera. Seguro que, con el tiempo, cuando esté patinado por el viento y el óxido, será mucho más bella». Según Damià Ramis, «es una pieza de arquitecto perfecta que demuestra el dominio que Calatrava tiene del equilibrio porque parece que flota en el aire». Esta opinión fue compartida por Jaume Mir. «Me ha parecido una escultura espectacular que, en su día, se convertirá en la obra más emblemática de Palma». En lo que concierne a las particularidades de la pieza, el escultor explicó que «es de una ingeniería extraordinaria». «A primera vista parece que tiene que caerse, pero todo está tan bien calculado que esto nunca sucederá».
Antonio Nebot se mostró totalmente «asombrado» ante el arte de Santiago Calatrava. «Me parece una escultura muy original, aunque a mí me supera, está lejos de mi arte». García Orell también aseguró estar encantado con Bou. «El emplazamiento es extraordinario y excepcional. Estamos ante una auténtica belleza de la técnica». Para el pintor, «si se ha criticado es síntoma de que la pieza es buena». «Estamos ante una obra innovadora y futurista». García Orell también habló de Santiago Calatrava. Escultures, dibuixos i ceràmiques. «Los dibujos son de una genialidad tremenda, denotan una gran imaginación». El pintor fue más allá y afirmó que «no hay duda de que es un creador nato que convierte las cosas sencillas en supremas».