C. DOMENEC|BARCELONA
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, y Jaume Matas, José Montilla, Francisco Camps y Marcelino Iglesias, presidentes de Balears, Catalunya, Valencia y Aragón, respectivamente, escenificaron ayer en el Palau del Lloctinent de Barcelona una imagen largamente esperada, la constitución del patronato del Archivo de la Corona de Aragón (ACA), con sede en la ciudad condal. Tras firmar en el libro de honor del patronato, los políticos se reunieron durante unos minutos para celebrar la primera reunión de la institución. Al acabar este primer encuentro ya como patronato, inauguraron una exposición integrada por documentos representativos del fondo de la institución y con explicaciones sobre su importancia.
El acuerdo entre gobiernos de diferente signo político, catalanes y aragoneses respecto a balears y valencianos, y el fin de más de dos décadas de intentos fallidos de formación de un patronato que gestionara los fondos del archivo, tiñó la presentación de ayer de una cierta euforia por parte de los presidentes, arropados por sus respectivos consellers y directores generales de Cultura. Carmen Calvo dijo: «Una imagen hoy vale más que todo, yo he llamado a los cuatro presidentes y han venido». El Archivo estaba gestionado hasta ahora únicamente por el Gobierno español. Ahora tendrá representación de los cuatro gobiernos autonómicos. El presidente del nuevo patronato será el ministro de Cultura y será vicepresidido por un cargo del ejecutivo español y por uno de los consellers de Cultura de las cuatro comunidades implicadas, en turno rotatorio cada año, iniciado con el catalán Joan Manel Tresserras. Francisco Fiol, conseller de Cultura del Govern, y Catalina Sureda, directora general de dicho departamento, forman parte de la composición del patronato como vocales.
El Archivo de la Corona de Aragón cuenta con 80.000 pergaminos, 60.000 volúmenes y 19.000 legajos, lo que supone la historia más detallada que existe de la Edad Media en el Mediterráneo. Durante su intervención, Jaume Matas destacó que «las Balears están aquí en plan de igualdad con los otros territorios de la antigua Corona de Aragón, con los que compartimos un pasado que es parte esencial del presente de España». El presidente balear dejó claro que «la cultura no puede ser nunca patrimonio exclusivo de nadie y por ello creemos firmemente tanto en el aspecto comunitario del Archivo como en la conveniencia de que la titularidad permanezca en el Estado». Matas mantuvo que «los documentos de este archivo dan fe del combate contra la inferioridad institucional, la reivindicación de representación que sí tenían Aragón, Catalunya y Valencia». El político popular aseguró que «el contexto que dibuja el Archivo nos permite reflexionar sobre el esfuerzo de nuestra tierra por no convertirnos en una posesión más, como de hecho eran Cerdeña, Sicilia o Nápoles».
Uno de los puntos conflictivos, aún sin resolver, es el recurso de inconstitucionalidad que el Govern presentó sobre uno de los puntos del estatuto catalán. Francesc Fiol precisó que «no retiraremos el recurso pese al patronato» y añadió que «deben ser los científicos quienes definan la pertenencia a cada comunidad de algunos documentos», en relación al intento de evitar que Catalunya se apropie de algunos fondos de otras comunidades. Valencianos y aragoneses también presentaron recursos sobre la misma cuestión.