EFE| MADRID
El mallorquín Daniel Monzón se lanza en La caja Kovak a una producción de gran presupuesto, rodada en inglés y con un reparto encabezado por Timothy Hutton, en un thriller cuya trama, centrada en la manipulación humana, entra de lleno en una ciencia ficción que podría ajustarse a la realidad de un futuro próximo. Para La caja Kovak, su tercer largometraje, Daniel Monzón tuvo claro desde un principio que «debía manejar los códigos del cine de género, más próximos al mundo anglosajón que al español, aunque sin perder la identidad hispana», apuntó el cineasta, quien presentó ayer su filme en Madrid, que se estrenará el viernes en 180 pantallas. Monzón estuvo acompañado por parte del reparto, pero no por Timohy Hutton quien, debido a un cambio de fechas en el filme que rueda, no pudo acudir a la presentación de una cinta que ha sido vendida a casi todo el mundo.
El cineasta centró la acción en Mallorca y completó la pareja protagonista con Lucía Jiménez, en un reparto con David Kelly o Gary Piquer. La idea de La caja Kovak surgió en Monzón al igual que en otras ocasiones, según dice, como «un virus que fue creciendo a modo de tumor hasta llegar a la catarsis de hacer la película». Y su origen se sitúa en pleno rodaje de su anterior filme cuando vio en televisión las imágenes de los atentados contra las Torres Gemelas. «Al principio pensé que era la promoción de una película. Luego dudé y veía esas imágenes como un guión escrito para generar un gran espectáculo que cambiase el mundo», señala Monzón, quien ha contado con la colaboración de Jorge Guerricaechevarría para elaborar esta trama llena de vericuetos.