NURIA ABAD
Tras el éxito internacional de Art, Yasmina Reza tardó cinco años en públicar su siguiente obra de teatro, Tres versiones de la vida. En esta nueva propuesta, la autora francesa vuelve a indagar en las tensiones de las relaciones humanas, aunque esta vez centradas en los conflictos de pareja y entre colegas. La obra, producida e interpretada por la actriz Silvia Marsó, junto a los televisivos Carmen Balagué, Joaquín Climent y José Luis Gil, permanecerá en cartel hasta el 30 de diciembre en el Auditòrium de Palma.
«Este montaje presenta tres versiones distintas de una situación peculiar, la que se crea cuando una pareja llega a una casa para cenar y los anfitriones no contaban con ellos hasta el día siguiente y tienen la casa desorganizada y la nevera vacía», explicó ayer Silvia Marsó. A partir de esta situación, Tres versiones de la vida se pasea con soltura por temas como «la seducción y el abuso de poder, las influencias , la crueldad y la búsqueda del éxito más allá de todo sacrificio», en palabras de actriz. Para Joaquín Climent, «esta obra pretende provocar la reflexión y el debate mostrando que la existencia puede ser de formas muy distintas».
La historia de Tres versiones de la vida siempre se desarrolla igual pero en cada una de ellas los personajes cambian su situación de poder y alternan la suerte y la desgracia. Reza trata el éxito que la sociedad impone cuanto antes mejor porque, de no ser así, se corre el riesgo de ser un fracasado, de las relaciones de pareja, del abuso de poder y de lo relativo de las cosas. Natalia Menéndez se ha ocupado de la adaptación de la obra, trasladando su acción de París a Madrid.