MARIANA DÍAZ
La obra en gran formato del escultor Josep Sirvent viaja a Burdeos (Francia) y Monterrey (México) para instalarse, en la primera de las ciudades, en un gran parque privado y en el casco urbano, cerca de la catedral, mientras que en el continente americano lo hará dentro del recinto del proximo Fòrum de las Culturas.
Tras su exposición de hace dos años en Burdeos, con esculturas en las calles del centro histórico, el grupo industrial Fayat y el Ajuntament de la ciudad le encargaron sendas obras. El artista las ha creado dentro de su serie titulada Puertas. La primera, ya instalada, es la de mayor altura surgida de su taller de Santa Maria: mide 27 metros de alto, pesa 40 toneladas, tiene dos metros de ancho y 50 cms de grosor y quedó anclada a la tierra, rodeada de árboles y al lado de un lago mediante un pie de cemento de 100 toneladas.
Su instalación requirió hasta el estudio de la fuerza del viento en la zona, la ayuda de ingenieros mallorquines y resultó «muy emocionante». En el centro de la ciudad, muy cerca de la catedral y el palacio de la ópera, Sirvent instalará en 2007 otra puerta, siempre de acero corten y granito. «está concebida como un apieza para que el espectador participe de ella y se la haga suya ya que este es, para mi, el sentido de la escultura urbana».