LL. GARCIA
El gobernador del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, Rafael Alomar, que es hijo de un emigrante mallorquín natural de Llubí, visitó la estación del Ferrocarril de Sóller para conocer algunas de las iniciativas técnicas y culturales impulsadas desde el proyecto Tren de l'Art.
Alomar, que acudió en visita privada acompañado por su esposa y por algunos amigos, fue recibido por el jefe de explotación del tren, Antoni Cifre, y recorrió las salas dedicadas a las exposiciones de Joan Miró y Pablo Picasso que se exhiben en la estación sollerica. Según Alomar, «mezclar una iniciativa empresarial como ésta, que tal vez sea la única en Europa, e incluso en el mundo, con el arte y la cultura, es una idea muy efectiva».
Para el banquero, «el Ferrocarril de Sóller es un buen ejemplo de cómo se pueden conjugar intereses privados para gestionar, como en este caso, un tren, sin que éste pierda su valor cultural y medioambiental». Y añadió que «este tren ya es por sí mismo algo más que un medio de transporte, ya que, tanto el material ferroviario, muy bien conservado y manejado, como su recorrido a través de las montañas, tienen unos aspectos culturales intrínsecos».