JOANA NICOLAU
El compositor mallorquín Román Alís falleció este domingo en Madrid a los 75 años. Considerado uno de los creadores musicales más productivos de las últimas décadas, es autor de 223 composiciones catalogadas, de las cuales se pueden destacar varias sinfonías, así como obras para piano y para violín. Aunque desempeñó la mayor parte de su carrera en Madrid, donde era catedrático de composición del Conservatorio Superior, siempre estuvo muy vinculado con esta tierra.
Uno de sus amigos, el pianista Albert Díaz, destacó que «la pasión por la música, su afán por superarse día a día y su espíritu luchador permitieron que Alís compusiera hasta los últimos días de su vida». De hecho, este pasado agosto el pianista interpretó en el Festival Chopin de Valldemossa su última creación. «Una espectacular y virtuosísima obra para piano» que se ofreció dentro del homenaje que se ofreció a Alís con motivo de su 75 aniversario. Entre las creaciones de este compositor, nacido en Palma, destacan numerosas piezas en las que se inspira en Mallorca. «Quatre imatges de Mallorca» o «Evocando al poeta Rubén Darío» son, entre otras, algunas de las que dan testimonio de ello.
Entre su prolífica trayectoria es destacable la composición de algunas obras para bandas sonoras de cineastas como Pilar Miró, así como otras por encargo. En la isla ha recibido algunos homenajes, como el ofrecido por el Govern balear en el año 1997 en la Lonja. La música de Román Alís ha sido interpretada por medio mundo. Desde Europa a América o Àsia ha reconocido la talla musical de Alís que, entre otras muchos reconocimientos, sobresale el de ser finalista de los premios Príncipe de Asturias de las Artes.