M. DÍAZ
El mallorquín Josep Hernández, director de cine y profesor del máster de animación por ordenador de la Universitat de les Illes Balears, ha resultado finalista en el Festival Internacional de Artes y Culturas Digitales de Gran Canaria, Canariasmediafest, con Solitos, desarrollo de una idea que ya había presentado a un concurso de cortinillas para televisión y que ganó. Tanto Hernández como otros profesores y alumnos del citado máster, así como otros cineastas locales, cuentan en su haber con un amplio curriculum de premios que, de momento, no les han servido para saltar plenamente a los largometrajes, aunque él es coautor de dos películas, Funerària independet y Un assassí al camí. Por ello, como integrante de la Asociación de Cineastas de las Islas Balears (ACIB), anda inmerso en convencer a la Administración local y autonómica para que «establezcan una línea de ayudas fijas al cine, que no existen». El cine, apunta, «recibe cero» apoyo, «tal vez porque como sector nunca se ha quejado en conjunto, se ha desarrollado de manera individual y con mucho voluntarismo». De momento, Hernández comenta que los contactos han quedado en «buenas palabras».
¿De qué forma se puede ayudar al cine en Balears? «El cine es un sector de riesgo y hace falta un colchón para que las productoras se arriesguen, y eso es lo que tiene que hacer el Govern; falta organizar el sector, tejido industrial, pero ninguna productora se va a interesar por el cine si no tiene apoyos porque es más fácil hacer programas para televisión», reflexiona este director, que ahora escribe un guión junto a Josep Mascaró y Luis Ortas con la intención de rodar una película en toda regla que pueda competir en festivales «porque trabajar con poco presupuesto ya lo hemos hecho y queremos evolucionar hacia otro tipo de producto».
Una solución para el sector sería la implicación de las televisiones, IB3 y MTV, «que están obligadas por ley a destinar el 5 por ciento de su presupuesto global, que es mucho, a producción de cine» lo que, asegura, «aún no se ha conseguido». Si en Balears funcionara la Film Comission, como sucede en otras comunidades autónomas o ciudades, «los fondos conseguidos a través de ella también podrían ir al cine». De momento, la mayoría de los directores de las Islas, incluidos los premiados, se arriesgan en solitario por sus proyectos.