El Ajuntament de Palma homenajeó ayer por la noche al padre Bernat Julià entregándole una placa en reconocimiento a su extensa carrera profesional. La iglesia castrense de Santa Margalida acogió a un numeroso público que quiso acompañar al compositor en tan emotivo acto. El evento empezó con las palabras de Bernat Cifre, quien se encargó de repasar la trayectoria del fundador de la Capella Mallorquina.
Después, la alcaldesa de Ciutat, Catalina Cirer, desgranó las virtudes de mossèn Bernat Julià, destacando cómo «ha sabido combinar su compromiso con la labor eclesiástica con su pasión musical». Acto seguido, le hizo entrega de la placa conmemorativa, que el compositor recibió emocionado. «Agradezco de todo corazón este gesto del Ajuntament», afirmó el homenajeado, quien recordó en presencia del comandante general de Balears, Jose Emilio Roldán, los días en que oficiaba misas en Santa Magdalena. Julià finalizó su intervención con una hermosa frase: «Un pueblo camina siempre al compás de la música. Si queremos progresar hay que hacer música».
La Capella Mallorquina se encargó de cerrar el acto interpretando piezas sacras y profanas y espirituales negros. Como no podía ser de otra forma, incluyeron en su programa obras del padre Bernat Julià.