LAURA MOYÀ
Igor Mitoraj siempre ha unido pasado y presente en sus esculturas. Sus obras beben del clasicismo, pero van más allá y experimentan con el surrealismo para reinterpretar, y no copiar, los esquemas del ayer. Desde ayer y hasta el próximo 2 de octubre, Dalt Murada acoge 23 esculturas del artista que se funden con la historia que desprende la zona. La exposición «Art al carrer. Igor Mitoraj a Palma» ha llegado a Ciutat de la mano de la Obra Social de La Caixa y con la colaboración de Cort.
Fue un abarrotado y caluroso salón de plenos el lugar escogido para los parlamentos en el Consistorio. La alcaldesa Catalina Cirer, acompañada por la mayoría de regidores del ayuntamiento, quiso destacar «la belleza artística y la original singularidad del proyecto». «La disposición de las piezas favorece la plasticidad integradora del conjunto arquitectónico». Josep Francesc Feliu, director de la Obra Social de La Caixa en Balears, excusó la ausencia de Josep Francesc de Conrado de Villalonga, director general de la Fundació La Caixa, cuyo vuelo desde Barcelona se vio afectado por la huelga del personal de tierra de Iberia en el Prat.
Conrado de Villalonga tuvo que cambiar su billete de avión por uno de barco para llegar a tiempo a la inauguración, algo que, al final, consiguió por los pelos, pudiendo destapar las esculturas junto a las autoridades. Durante el acto, pudo verse camuflado entre la multitud al ex ministro Francisco Àlvarez Cascos junto a su esposa, María Porto, ex directora de la galería Marlborough de Madrid.