CELIA HEREDIA
Las situaciones cotidianas están colmadas de vínculos que las palabras no pueden expresar. El artista argentino Claudio Capellini percibe esta realidad, la siente en su corazón y quiere que los demás sean capaces de ver «la esencia de los objetos, no por lo que son, sino por lo que les rodea». Un lenguaje que ha sabido configurar a través de 31 piezas que conforman la muestra, que se inaugura hoy a las 20.00 horas en la galería Gabriel Vanrell (Palma).
La obra de este artista, de origen argentino, tiene sus raíces en la arquitectura y el cómic. El collage fue lo que le hizo entender «la superficie y el color» y el paso previo que le llevó a plasmar sobre una base de saco de yute, óleo y latex «distintas estéticas, distintas formas, las preocupaciones que no nos dejan vivir», apuntó el artista.
El lenguaje que Capellini utiliza en estas 31 piezas «no es un lenguaje que invite a la reflexión». Su objetivo es alcanzar el sentimiento de aquél que contempla su obra a través de «los pliegues, la densidad de la materia, la fragmentación de las superficies y el color».
Sus visiones tienen como base la experiencia vital que le rodea. Elige un punto de observación y «todo se ordena entorno a lo que estás mirando». Señaló que su secreto es «hacer las cosas con el corazón, donde la pintura se sobrepone a la palabra».
A través de esta técnica, Capellini muestra espacios sociales, «climas que se arrugan, que se pliegan al igual que lo pueda hacer una situación trágica o violenta». «La luz y la fragmentación son la fuente de inspiración», añadió el argentino.
La última muestra del artista, que reside en la Isla, se expuso hace dos años en el museo Heddenbrigs (Inglaterra).