NICO BRUTTI
Algunos rezagados compraban ayer por la noche las últimas entradas para ver y escuchar a Estopa en la Plaza de Toros de Palma, que llenó su aforo con la actuación de los hermanos David y Juan Muñoz y su escala mallorquina en la gira «Voces de ultrarumba», lema que se leía en el telón negro que cubría el gran escenario flanqueado por dos pantallas gigantes de vídeo.
El público seguidor de los hermanos de Cornellà esperaba ansioso, pero tranquilo, en la enorme cola que se formó a la entrada al recinto mientras los gaznates se refrescaban para paliar el calor. Y cuando por fin se llenó la plaza, la banda salió con una puntualidad poco usual en el mundo del rock & roll.
Cuando se levantó el telón del escenario, que es con el que Estopa gira por España, quedó desvelada otra pantalla en la que se proyectaban formas geométricas de colores.
Buenas luces y muchos watios para un concierto que arrancó con la canción «Malabares», para continuar con «Tu calorro» y «Fin de semana». Los Muñoz saludaron al público con un sonoro «Bona nit», un «estamos encantados de actuar en este lugar» y un recuerdo: «También nos gusta el Luis Sitjar», donde tocaron en otra ocasión, y siempre, en la Isla, con el mismo éxito de público, lo que demuestra que, de momento, estos chicos, a los que ayer acompañaban cinco músicos, son una apuesta segura para las calurosas noches de verano. Ayer revalidaron su récord.