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Joan Costa inicia la colocación del monumento a Eaktay Ahn en es Born

La pieza, que ha titulado «Las sombras del sonido», estará rodeada de agua

Joan Costa ayuda a descargar las piezas de «Las sombras del sonido». Foto: JAUME MOREY

MARIANA DÍAZ

El monumento al compositor y primer director de la Orquestra Simfònica de Balears Eaktay Ahn (Pyongyang, 1911 - Palma, 1966) se colocará, finalmente, en uno de los mejores espacios del centro de Ciutat, un lateral del Passeig des Born, aunque el lugar elegido en primer término fue la calle Conquistador. Se trata de una escultura creada por el artista Joan Costa, e integrada en un proyecto urbano diseñado por el arquitecto Luis García-Ruiz, que ayer comenzó a instalarse. Bajo el intenso sol de mayo, el artista y los operarios colocaron tres grandes láminas de hierro verticales, y ligeramente onduladas, sobre una plataforma de cemento con forma de semicírculo que, a su vez, va rodeada de un surco. Una vez puestas en pie, las piezas, realizadas en la fundición Joan Ros de Sabadell, Costa explicó éste trabajo, elegido por concurso internacional, que ha titulado «Las sombras del sonido». A los pies de las tres piezas, y sobre la plataforma citada, «habrá agua, pero no se trata de una fuente, no hay chorros, será agua en calma como la de una alberca que rebosa por los laterales», agua que se deslizará suavemente hacia la hendidura que rodea el semicírculo y de ella saldrá la luz que iluminará el conjunto.

El monumento está «inspirado metafóricamente en la música», comentaba el artista mientras supervisaba la colocación de la obra. «Resulta difícil recrear la obra de un compositor, en este caso autor del himno de Corea, por lo que me decanté por el movimiento inherente a la música, me centré en las ondulaciones del sonido». En el trabajo de Costa, el movimiento nunca es violento, sino «sugerido, sutil», añade este artista, que pensó mucho si presentarse al concurso, convocado por Cort y la Oficina de Turismo de Gyeonggy (Corea), porque las bases requerían «un proyecto urbano» para el emplazamiento de la escultura. «Yo de eso no sé nada, así que necesitaba un arquitecto», confesó Costa, que, finalmente, lo encontró en García-Ruiz.

«Las sombras del sonido», -que pesan 6,5 toneladas y miden, la más alta, 5,8 metros-, y el agua de su base, estarán rodeadas de adoquín roto negro y al lado se colocará un panel explicativo sobre la obra y sobre el personaje a quien va dedicada, un músico coreano que se enraizó en Mallorca.

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