LAURA MOYÀ
Una de las cosas que Leo Bassi ha aprendido de la polémica que ha envuelto a su último espectáculo, «La Revelación», es que, en este país, «las cosas no han cambiado con respecto a años atrás». «Todavía existen las dos Españas, la Guerra Civil continúa, la Transición no está acabada». Tras las críticas recibidas por parte de la Iglesia, incluido el Obispado de Mallorca; las protestas ante los teatros en los que se representaba su visión de las religiones monoteístas, y las bombas en los camerinos, Bassi se mantiene firme en sus ideales a pesar de lo peligroso que puede llegar a ser. «A día de hoy, tratar este tema puede significar arriesgar tu vida». Desde hoy y hasta el 19 de mayo, «La Revelación» se representará en el Teatre de Lloseta después de que la Iglesia no permitiera que se presentara en el Teatre del Mar.
Tal vez la palabra más repetida durante la rueda de prensa que el actor ofreció ayer fue «sorpresa». «Me ha sorprendido la reacción de la gente, no me lo hubiera esperado nunca; y, también, el bajo nivel de crítica del clero». También le extrañó encontrar a gente cantando el «Cara al sol» ante el Teatro Alfil de Madrid, o «ver cómo tiraban escombros a la gente que hacía cola para entrar a ver la función» o cómo «alguien lanzaba una botella llena de gasolina con la intención de incendiar el teatro». «Esto no sucede en el resto de Europa, es excepcional».
Sin embargo, lo que más le extrañó fue recibir críticas de personas que «no habían visto el montaje». «El cardenal Cañizares dedicó su primera homilía como cardenal a mi espectáculo, descalificándolo a nivel intelectual desde el desconocimiento ya que no había asistido a ninguna función. ¿Cómo alguien puede hablar mal de algo sin haberlo visto?» La línea iniciada en Toledo continuó en el resto del país hasta llegar a Mallorca, donde el Obispado no permitió que el Teatre del Mar programara la pieza. «Tenía claro que quería escenificar 'La Revelación' en Mallorca, sobre todo por mi vínculo personal con la Isla, donde tengo una casa desde 1973, y con el Teatre del Mar, con una programación de gran calidad». Aún así, no comprende cómo «un lugar tan internacional como éste» pueda ofrecer una imagen «tan cutre». «Por eso he decidido invitar al obispo a que vea al espectáculo, para poder hablar sobre el tema con él». El actor entregará hoy dos entradas al obispo Jesús Murgui para «debatir» con él la función.
En «La Revelación», Leo Bassi habla sobre sus valores. «Es una obra que bebe del espíritu de la Ilustración y del laicismo. Intento explicar mi espiritualidad, mis retos y cómo encontrar otra forma de vivir el laicismo. Es un espectáculo filosófico, no blasfemo». No se trata sólo el tema del cristianismo, si no que se habla de «las religiones monoteístas», desde el protestantismo hasta el judaísmo, pasando por la religión evangélica y la musulmana. Otra de las palabras más repetidas fue «gracias». «En el fondo, tengo que agradecer al cardenal Cañizares y al obispo de Mallorca su actitud porque han hecho que la obra tenga una gran publicidad. El número de espectadores se ha incrementado, las entradas se agotan y las críticas que recibo son buenas». Bassi afirmó que «nunca» buscó «esta clase de publicidad», si no que se la encontró.