LAURA MOYÀ
Un sábado por la mañana, ni muy temprano ni muy tarde. Ultima Horaconvocó a los escritores en el Museu de Mallorca para celebrar junto a ellos el Dia del Llibre, que hoy se celebra en Ciutat y mañana en algunas localidades de la Part Forana. Como cada año, y ya van nueve, este periódico escoge un espacio de Palma para conmemorar Sant Jordi con sus protagonistas, los literatos, cuyos libros tomarán este fin de semana las calles de Mallorca.
En total, fueron 26 los escritores que acudieron al museo. Josep Lluís Aguiló, Antònia Arbona, Vicenç Calonge, Neus Canyelles, Rosa-Maria Colom, Rafel Crespí, Toni Figuera, Federico Gallego, Víctor Gayà, Joan Guasp, Albert Herranz, Miquel Àngel Lladó, Miquel Mas Ferrà, Carlos Meneses, Bernat Nadal, Joana Pol, Jaume Pomar, Eusèbia Rayó, Guillem Rosselló Bujosa, Gabriel Sabrafín, Miquel Sbert, Miquel Segura, Antoni Serra, Lluís Servera, Miquel Àngel Vidal y Antoni Vidal Ferrando nos acompañaron al Museu de Mallorca.
Unos llegaron puntuales y, otros, un poco tarde. La mayoría de los asistentes ya conocía el museo aunque, para otros, era su primera incursión. La directora del centro, Joana Maria Palou, se encargó de recibirles y de explicarles que, en la actualidad, el edificio de Ca la Gran Cristiana se encuentra en obras. Adscribiéndose al reto social del siglo XXI de accesibilidad a infraestructuras y eliminación de barreras arquitectónicas, especialmente en los edificios de titularidad pública, el Museu de Mallorca inició en julio de 2005 una amplia reforma en su sede de la calle Portella.
Los saludos efusivos, los abrazos, las charlas con unos y con otros, los recuerdos, el intercambio de libros, de opiniones o de números de teléfono (o los más modernos, e-mails); los cotilleos o las risas se convirtieron en protagonistas de la jornada matinal. Muchos no se veían desde el año pasado, cuando este periódico les invitó. a estrenar la Biblioteca Pública de Can Salas. Otros sí tienen una relación más fluida y constante, no permitiéndose el lujo de no verse durante tanto tiempo.
La primera de las fotografías se realizó en el patio del centro. Tras unos primeros momentos de dudas, y de constantes instrucciones del fotógrafo Miquel Àngel Cañellas, los 26 autores se colocaron en el sitio adecuado. La escalera de entrada al centro fue el siguiente escenario. Allí, lo más complicado fue determinar cómo colocarse, si en los laterales o en el centro. Al final, se optó por ocupar todo el espacio. Finalmente, uno de los balcones del edificio acogió la última imagen. Antes, sin embargo, los escritores conocieron la entrañas del casal ya que, para acceder al lugar, tuvieron que recorrer pasillos que suelen permanecer ajenos a los visitantes.
Tras esta fotografía llegó el momento de empezar a despedirse. Más saludos, más abrazos y un deseo: verse de nuevo, como mínimo, el año que viene para promocionar junto a este periódico la lectura en una jornada tan especial como la del Dia del Llibre. Y, nosotros, también les dijimos adiós con la firme intención de volver a conmemorar Sant Jordi a su lado.