Juan y Juana Castrado, Teresa Repoya y Pedro Capacho... son personajes desesperados que se mueven por una necesidad visceral a satisfacer. Así son los protagonistas de los «Entremeses» cervantinos, pequeñas piezas cómicas que testimonian la picaresca por excelencia y que ahora centran el nuevo montaje de Rafel Oliver Produccions. «El retablo de las maravillas», «La cueva de Salamanca» y «Los habladores» son las piezas elegidas para dar forma a este nuevo espectáculo, que dirige Andreu Segura y cuyo estreno será el día 17 de febrero en el Teatre Municipal de Capdepera.
Conocido por su trabajo en «Antígona en Nueva York», Segura señala que dirigir «Entremeses» «es un reto, porque es una pieza clásica y hay que hacerla llegar a un público poco familiarizado con los clásicos». De hecho, aunque el montaje se enfoque a todos los públicos, está especialmente concebido para alumnos de Secundaria. Por eso, el director incide en la dificultad de llevar a escena estas piezas de 1615 y «conseguir satisfacer los sentimientos y la imaginación con una cosa de hace 400 años a un público que hoy pasa el tiempo con los videojuegos y la game-boy», afirma.
Según explica Segura, el planteamiento de la obra parte de unos personajes «desesperados por distintos motivos» y representados por Joan Pizà, Joan Josep Baltasar, Jordi Minguela, Joana Herrero y Maria Rotger. Cada uno de ellos «tiene unas necesidades básicas a satisfacer, porque tenemos que pensar que los «Entremeses» están escritos en una época de miseria colectiva, analfabetismo y picaresca por excelencia».