La poesía escrita en catalán en Balears sonó ayer en castellano en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde el Institut d'Estudis Baleàrics (IEB) presentó la colección de poesía bilingüe «Biblioteca de las Islas Baleares» y las cuatro últimas antologías de la misma con la firma de los poetas Biel Florit, Jaume Pomar, Ponç Pons y Antoni Vidal Ferrando. Fue un acto en el que los versos de estos escritores, así como de otros poetas ya clásicos de las letras de las Islas, protagonizaron la velada por encima de los discursos. A Madrid viajaron el conseller de Cultura del Govern, Francesc Fiol, y Gabriel Janer Manila, presidente del IEB, quienes en la mesa estuvieron acompañados por Rogelio Blanco, director general del Libro del Ministerio de Cultura; Felicidad Orquín, crítica literaria y directora de publicaciones de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, así como el editor Emilio Torné, de Calambur, que se encarga de la publicación de la colección.
Janer Manila abrió al fuego citando a Costa i Llobera para presentar «cuatro antologías poéticas en edición bilingüe para que los lectores en lengua castellana puedan visitar la versión original de cada verso integradas en una colección que llega ahora al volumen número 11» y que ayer se dio a conocer «extramuros», como apuntó el presidente del IEB. Por su parte, Rogelio Blanco, que con su presencia dio apoyo a la iniciativa balear, calificó la poesía como algo «humano y no divino» y se remontó a los orígenes de la misma para contar que nació vinculada a la filosofía y que ambas pretendían la capacidad de preguntar. Fue una intervención llena de alusiones a grandes nombres de la cultura para contar que si para un poeta es malo no tener público, y peor para un pueblo es no tener poetas, conceptos tomó prestados de Cervantes, en ambos casos se demost ró ayer que eso no sucede a nuestros creadores de versos ni a las Islas.
Felicidad Orquín utilizó los poemas de Florit, Pomar, Pons y Vidal Ferrando para contar su impresión sobre las antologías que se daban a conocer. Y lo justificó parafraseando a Alberto Mangel cuando dijo «leer consiste en hacer antología de lo leído». Por ello, de los cuatro libros presentados, «Barlovento», «Historia personal», «Llamas escritas» y «El jardín de las delicias» que, respectivamente, corresponden a los citados poetas, hizo lo que definió como «mi antología personal» en una lectura que precedió a la de los propios autores. También habló de la musicalidad de la poesía en su lengua original, una cualidad a la que se refirió el editor Torné cuando apuntó que pocas lenguas como la catalana parecen destinadas a la poesía. Y más poesía, en este caso de Costa i Llobera, Blai Bonet, Marià Villangómez, Rosselló-Pòrcel o Jaume Alcover se escuchó en Madrid en la voz del actor Simó Andreu antes del concierto de la soprano Maia Planas, quien estuvo acompañada al piano por Sergi Cuenca.