Justo una semana después de su solemne inauguración en el Port de Sóller, en presencia de un gran número de autoridades, la escultura «Al·legoria», de Gloria Mas, está recibiendo un protagonismo muy distinto de lo que la obra representa en sí. De esta manera, estos últimos días se podían escuchar rumores entre algunos ciudadanos comentando que el naranjo de acero inoxidable había quedado huérfano de alguno de sus frutos, pese a que nadie ha notado nada extraño en la escultura. Dicho rumor se extendió con una fuerza desproporcionada, y el propio regidor de cultura, Miquel Nadal, afirmaba ayer mismo a este diario dicho rumor, remarcando que «he oído que faltan tres naranjas». Tampoco la Policía Local tenía constancia de que se hubieran producido actos vandálicos durante esos días, incluyendo la noche de fin de año.
De todas maneras, Nadal dejó muy claro que desde el mismo día de la inauguración «se están realizando los trámites correspondientes para que la escultura quede protegida», reconociendo también que «una buena solución sería que pudiera quedar cubierta con una estructura de cristal en forma de pirámide». Por su parte, la propia escultora, a petición de Nadal, confesaba que ya trabaja en diseñar una estructura que no dañe, precisamente, el sentido de su obra visualmente hablando.
Para ello, tiene varias ideas en mente, y en estos momentos trabaja «con la opción de llevar a cabo el cubrimiento mediante una especie de tela de araña», pero dejando claro que si esta idea llega a su fin, no sería nunca del mismo material de acero inoxidable con el que construyó el naranjo en memoria de Guillem de Torroella. «En principio pensamos en una estructura metálica que pueda aguantar el cristal, pero aun estamos esbozando ideas y bocetos para que todo encaje a la perfección», apuntó.