Rompiendo con la tradición, la compañía Xesc Forteza no estrenará nueva obra esta Navidad. Esta circunstancia responde a una decisión personal de Catalina Forteza, hija de Xesc Forteza, quien negó que la compañía se haya disuelto y afirmó que el parón es circunstancial hasta «encontrar una obra del nivel y calidad que el público espera de la compañía».
Con su explicación, Catalina Forteza quiso poner fin a los rumores que en los últimos meses apuntaban a la posible disolución de la veterana compañía por desavenencias en el seno de la agrupación. Varios hechos que han coincidido en el tiempo habían alimentado estos rumores: la decisión de romper con el tradicional estreno navideño; la creación por parte de Catalina Forteza y el actor Joan Bonet de una nueva formación, Tèntol... Teatre, que sí estará en cartel en diciembre, y el hecho de no incluir en el nuevo proyecto a Joan Bibiloni y Francisca Bover han sido algunas de las causas.
Según Forteza, «es muy complicado encontrar cada año una obra que se ajuste al producto y unos actores tan particulares como los que se asocian a la compañía». Xesc Forteza «era el alma máter del grupo. Escribía, dirigía, actuaba. Durante doce meses alimentaba su proyecto para el año próximo», argumentó Forteza. «Por respeto a mi padre, prefiero no estrenar si no estoy convencida de que llegaremos al nivel y calidad que el público espera». No obstante, la empresaria quiso dejar claro que «la compañía no se ha disuelto, sólo espero encontrar un proyecto con el que triunfar con nuestro público».
Consciente de que el público espera la Navidad para volver al teatro de la mano de la compañía Xesc Forteza, hacer un remake como el del año pasado, «Catxin déna... Quin estiu!», no se contempló como posibilidad para este año porque «no es el espíritu de la formación».
La decisión de no contar con Joan Bibiloni y Francisca Bover para el primer trabajo de Tèntol... Teatre, que presentará «Vigília» en el Teatre Municipal, viene determinada por el perfil de los protagonistas de la obra. «Vigília» es un proyecto de Forteza y Bonet que se basa en un texto de Morris Panich. «Es una obra destinada al público joven que habla sobre los perdedores y las dificultades de integración en un mundo tan competitivo. No quería engañar al público y usar el nombre de mi padre para un proyecto mío».