JOAN CABOT
La segunda jornada del festival ¡Ping!, en el Centro Cultural Sa Taronja, de Andratx, se presentaba con más chicha en lo musical, con un cartel en el que compartía protagonismo Lo-Bat, artista belga dedicado a la música compuesta con Gameboy, e Invaders, nuevo proyecto de Biyi y Pedro Trotz, dos de los personajes de referencia en la escena electrónica local.
Un doble cartel que consiguió atraer a unas cien personas y que dejó clara la vocación del festival en cuanto a la búsqueda de nuevas fronteras sonoras. Invaders partían de un concepto claro: ¿qué pasa cuando una civilización más avanzada contacta con una civilización menos avanzada? A partir de ahí construyen un concierto inteligente y bien articulado en el que, además de maquinaria electrónica, usan didgeridoo y cacharros varios, siempre buscando la colaboración del público. Por ejemplo, los presentes podían jugar con el clásico de las consolas Space Invaders mientras el dúo seguía con su concierto.
Hablar de IDM sería un error, ya que lo suyo remite a una época en que había pocas etiquetas a parte de la simple electrónica. Y en realidad hubo pocos momentos para la relajación: exceptuando dos o tres momentos en que parecía que se dejaban llevar por un ritmo más o menos reconocible, su directo en gran medida era una puesta en situación repleta de efectos y ruido estático sobre la que ir improvisando.