EFE|SAN SEBASTIÀN
Con aplausos y pitidos fue recibida ayer la Concha de Oro al filme «Algo parecido a la felicidad», del checo Bohdan Sláma, que logró también la Concha de Plata a la Mejor Actriz para Ana Geislerová. La Concha de Plata al mejor actor fue para Juan José Ballesta.
Argentina consiguió el Premio Especial del Jurado para «Iluminados por el fuego», donde Tristán Bauer narra el infierno de la guerra de las Malvinas.
Juan José Ballesta, Goya al mejor actor revelación por «El Bola», consiguió la Concha de Plata dando vida en «7 Vírgenes» a un adolescente que consigue un permiso de 48 horas en el reformatorio y decide vivir a tope la libertad que en el centro se le niega.
El palmarés se completa con la Concha de Plata al mejor director Zang Yang, por «Sunflower» («El girasol»), película que logró también el Premio del Jurado a la mejor fotografía para Jong Ling. Mientras que el Premio del Jurado al Mejor Guión recayó en Wolfang Kohlhaase, autor del texto de «Verano en Berlín», del cineasta germano Andreas Dresen.
«Algo parecido a la felicidad» es un drama opresivo, sin concesiones, en el que Sláma realiza el retrato de un grupo de vecinos de un barrio obrero de una pequeña ciudad checa. Son criaturas presas del infortunio y sin un futuro al que agarrarse.
La actriz Verónica Forqué, miembro del jurado, declaró que hubo dudas para conceder la Concha de Oro, pues la otra candidata era el filme francés «Yo no estoy aquí para ser amado», pero decidieron premiar a la cinta checa, «por mayoría absoluta», al ser «una película mucho más potente y que, tal como está hoy el mundo, profundiza más en valores esenciales para la sociedad como el amor, la solidaridad y la falta de egoísmo».
Forqué y Anjelica Huston, presidenta del jurado, fueron las principales defensoras del premio a Juan José Ballesta. «Anjelica estaba totalmente impresionada por el trabajo de Ballesta. No paraba de decir: 'He is a film star' ('Es una estrella de cine')», añadió Forqué. Por su parte, Ballesta, el actor más joven en ganar la Concha de Plata, dijo que este premio desvanece las dudas que tenía sobre la continuidad de su carrera y confesó que el ritmo en el que estaba últimamente, «con el rodaje de una película y la promoción de otras dos, me había quemado, y por eso me había llegado a plantear dejar el cine».
En cuanto a «Sunflower» («Girasol»), repasa los últimos 30 años de China, desde la Revolución Cultural de Mao, hasta la llegada del capitalismo, a través de la vida de una familia. «Verano en Berlín» combina el drama y el humor para narrar la vida de dos mujeres solitarias.