El catálogo «Homenaje a artistas» que ha ocasionado la protesta de la familia Miró por infracción de los derechos de autor y de los derechos de imagen, costó un total de 66.000 euros al Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), a la empresa de medias Marie Claire y a la empresa de cerámica Pamesa, empresas que ejercieron el mecenazgo de la obra.
La modista ya sabía antes de que el proyecto naciera y durante todo su desarrollo y puesta a punto que los herederos de Joan Miró se oponían a la manipulación a la que ella quería someter las obras del artista catalán para incoporarlas a sus vestidos.
Esta manipulación, una vez descubierta, ha originado la denuncia pública de un fraude contra la propiedad intelectual y también la exigencia a la modista de que no vuelva a utilizar nunca más estos vestidos, ya sea para su venta, para su exposición o para su reproducción.
Derroche
La indignación de la familia de Joan Miró por el uso que hace
Àgatha Ruiz de la Prada de la obra del artista no ha constituido un
hecho aislado.
Cuando se presentó el catálogo «Homenaje a artistas», diversos artistas de la comunidad valenciana criticaron abiertamente la actuación de sus instituciones culturales.
En un reportaje publicado por el periódico «Las Provincias» de Valencia, representantes de estos colectivos calificaron de auténtico «derroche» el gasto invertido en la edición del catálogo, un total de 66.000 euros.
Para el pintor Joaquín Michavila, por citar un ejemplo, su presupuesto fue «desmesurado». Michavila añadió en el mismo periódico: «Se gestan los catálogos dentro del mundo de la frivolidad, se pasa a los especuladores, a las promociones... y finalmente, se pierde el sentido del arte».
Para el cantautor Joan Americ fue «una muestra de cómo el Partido Popular (en referencia al gobierno de la Generalitat valenciana) está utilizando los fondos públicos».