Babacar Diouf llegó a Mallorca procedente de Senegal hace diez años. Ayer era uno de los asistentes al MallorcaMón Festival, en la plaza de toros de Palma, a donde acudió porque, aunque le gusta la música de Youssou N'Dour, lo que realmente deseaba era enterarse «de qué van Els Pets». Babacar decía que «si supiera mallorquín no hablaría castellano porque lo que realmente quiero es formar parte de aquí». Va por el buen camino puesto que estudia segundo de catalán en la Escuela Oficial de Idiomas. MallorcaMón comenzó a ritmo lento con la música reivindicativa de Al Mayurqa y unos centenares de personas en el recinto. Pero en las taquillas aseguraban que se habían vendido 3.000 entradas y que se esperaban autobuses de la Part Forana. Debido a lo temprano de la hora en que el público estaba citado, las 20.00, todo hacía presagiar que las masas llegarían más tarde, cerca de la hora en la que el músico senegalés Yooussou N'Dour, saldría al escenario con sus ritmos de mestizaje.
Las canciones de Al Mayurqa sirvieron para calentar motores a base de ball de bot, que se bailaba en grandes círculos, y para fortalecer uno de los objetivos de la noche, potenciar la lengua catalana entre los inmigrantes, los «nuevos mallorquines», y potenciar la integración. Los espectadores fueron recibidos a la entrada del recinto por tenderetes de ONG y asociaciones que repartían folletos sobre sus actividades. También se entregaban unas hojas con frases sencillas y cotidianas en catalán traducidas al francés, wolof (lengua senegalesa) y castellano, y otras que animaban al intercambio de parejas idiomáticas: yo te enseño catalán, tu me enseñas wolof.
En el Coliseo balear se vieron ayer gentes de distintas razas, culturas, idiomas y religiones, con una fuerte presencia de espectadores africanos. Según los organizadores, los inmigrantes se quejan de que la Administración no les presta la suficiente atención en lo referente a la lengua y que ellos aseguran que quieren aprenderla. Entre el público, pancartas contra el conseller d'Educació i Cultura del Govern, Francesc Fiol; peticiones del catalán como lengua europea y presencia de políticos de izquierda como Cecili Buele, Margalida Rosselló o Bárbara Bujosa.