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El Passeig Sagrera, espacio para las esculturas de diez artistas contemporáneos

El Govern ha organizado una muestra que se inaugurará el próximo siete de julio y permanecerá dos meses en Palma

Obra figurativa de Antonio López que se expondrá en el Paseo Sagrera.

CRISTINA ROS/MARIANA DÍAZ

El Passeig Sagrera de Palma acogerá durante dos meses una exposición de esculturas, firmadas por artistas españoles contemporáneos, que se inaugurará el 7 de julio. Las piezas provienen de las galerías Malborough y Max Estrella. La exposición, que se titulará «Muestra de escultura pública: artistas españoles contemporáneos», incluirá el trabajo de 10 creadores: Martín Chirino (Palma de Gran Canaria, 1925); Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936); Manolo Valdés (Valencia, 1942); Miquel Navarro (Mislata, Valencia, 1945); Sergi Aguilar (Barcelona, 1946), Francisco Leiro (Cambados, Pontevedra, 1957); Xavier Mascaró (París, 1965); el mallorquín Bernardí Roig (Palma, 1965) y la única mujer del grupo, Blanca Muñoz (Madrid, 1963). En el catálogo de la exposición, Juan Ramon Bonet, ex director del Museo Reina Sofía, apunta que estos artistas «dan testimonio de la vitalidad de la escultura española contemporánea».

La obra de Martin Chirino, de quien Bonet dice que pronto se publicará el catálogo razonado de su obra, se caracteriza por una «abstracción cargada de simbolismo», mientras que Antonio López, más conocido por su pintura, maneja un «lenguaje realista» con influencias de los escultores Antonio López Torres, su tío, y Julio López Hernández. El valenciano Manolo Valdés, que perteneció al Equipo Crónica y reside en Nueva York, pone su mirada en la historia del arte para dar forma a obras monumentales de las que las más populares son sus meninas.

Con Miquel Navarro, señala Bonet, «entramos de lleno en el proceso de profunda renovación de nuestra escena escultórica, que se inició durante las décadas de los setenta y ochenta del siglo XX, algo después del que había vivido la pintura». Sergi Aguilar, que procede de una familia de orfebres, derivó «hacia planteamientos minimal» tras haber estado interesado en la escultura de Julio González, aspecto en el que coincide con Chirino, de Brancusi y por el constructivismo. Francisco Leiro, otro de los renovadores, trabaja fundamentalmente la madera siguiendo las pautas del neoexpresionismo con «ecos del primitivismo románico». Según Bonet, en las esculturas recientes de Xavier Mascaró, que utiliza el hierro, encontramos «referencias al mundo de la religión católica, -crucifijos y relicarios-, el totemismo o la tauromaquia». Del universo de Bernardí Roig destaca su «radical negrura, su autobiografismo, su recurrir al fuego o al sonido y sus obsesiones figurativas y literarias». Finalmente, define la escultura de Blanca Muñoz como «dibujo en el espacio» y dice que, como Miró, se siente «fascinada por las constelaciones». La muestra, organizada por el Govern, cuenta con el patrocinio de Sa Nostra, Gesa-Endesa y la colaboración del Ajuntament de Palma.

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