Miquel Ferrà (Sóller, 1940), ganador del último Premi Ciutat de Palma de novela en catalán con «Abdallah Karim, el predicador», presenta hoy el libro en sa Llonja. Lo hará a las 19.00 junto a Josep Lluís Aguiló, que obtuvo el galardón en poesía por «Monstres», y el catedrático de la UIB Perfecto Cuadrado. Ambientada en el Protectorado español en Marruecos, esta novela es, sobre todo, un libro sobre «la influencia de las vivencias de la niñez en tu conducta posterior y cómo el hombre es la prolongación del paisaje donde ha vivido».
Ferrà, que en muchos de sus libros ha indagado en la historia, opinaba ayer sobre la avalancha de novelas históricas que miran al medievo. «Todos los grandes autores se han sentido atraidos alguna vez por la historia, es normal que evoquen el pasado y que no escriban siempre sobre la realidad que les rodea». Ahora bien, la auténtica novela histórica es aquella «en la que el escritor no se somete a la historia», lo que, a su entender, no sucede con la enorme cantidad de best sellers que se están publicando durante el último año que, en muchas ocasiones, son de encargo.
Ferrà, que presentó la obra al Ciutat de Palma tras dejarla un año en reposo por la polémica por la inclusión del castellano en los galardones y el boicot de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana a los mismos, señaló que «instrumentos democráticos como este tipo de entidades lo único que pueden hacer es una sugerencia, no una imposición». Y al comprobar que dicha sugerencia era «inútil, que no valía la pena», decidió presentarse porque «lo más libre que tiene que haber es el arte, la escritura». ¿Ha perdido algún amigo por ello? «En la sociedad literaria no hay amigos hay competidores», respondió.