JAVIER J. DíAZ
Tiene fama de ser muy serio pero ni se define serio ni le quita el sueño la fama. Empezó cantando en el metro delante de los que pasaban por allí. Ahora lo hace enfrente de auditorios repletos de personas que van allí para verlo. Ismael Serrano, el relevo generacional de Serrat en el siglo XXI, presenta su sexto álbum en ocho años el sábado en el Auditòrium a las 22.00 horas.
«Naves ardiendo más allá de Orion» transporta al público a su trabajo más completo. «Aunque suene a tópico, este disco es más maduro, es nuevo paso en mi evolución como cantante», apuntó. Sobre las diferencias más destacadas con respecto a los dos trabajos anteriores, el creador del segundo «Kilómetro 0» más famoso del país destacó dos variantes. «El álbum es más plural y más sofisticado que los anteriores, hasta tiene una rumba de corte clásico», señaló. Sin embargo, Serrano tiene los pies en el suelo. «No pretendo revolucionar la vanguardia musical del país», afirmó. Eso sí, su disco surge de «la necesidad personal e interna de hacer canciones como terapia». La mayoría de los 14 temas de su sexto álbum nacieron «en los momentos de calma de la gira que hice el año pasado», apuntó. Según el autor de «Papá cuéntame otra vez», necesita estos paréntesis de sosiego para componer. De hecho, explicó que crear canciones es «de las pocas cosas que sé hacer sólo».
Serrano, poético y ético, se acordó de los cantautores y reivindicó esta figura. «Lo que salva nuestras canciones es que existe una minoría que demanda las letras, lo que demuestra nuestra vigencia», concluyó. El sábado unirá a los himnos más destacados de su repertorio sus «naves en llamas», como calificó a los temas de su nuevo disco.