Las parejas de la Soledad se han quedado sin uno de los cines más emblemáticos de la barriada: el Hispania. Una sala con más de cincuenta años que se cerró el septiembre pasado y que ya forma parte de la historia de Palma.
El lunes, las tejas del edificio se quitaron una por una con cuidado y, ayer, empezó el derribo de la estructura, que finalizará la próxima semana. Tras venderse como solar, su lugar lo ocupará una nueva finca de viviendas con parking.
La desaparición del Hispania congregó a un grupo de vecinos quienes, nostálgicos, observaban cómo las máquinas hacían su trabajo. Más de uno recordó los inicios de la sala, cuando se proyectaban películas en blanco y negro que hablaban de grandes amores y grandes gestas. Ir al cine costaba poco más de una peseta y era el lugar predilecto para que los novios de aquella época, y los de la actual, pudieran cortejarse.
La proliferación de los multicines hizo que el Hispania se quedara atrás, sin poder competir contra espacios con múltiples salas. Tras varias reestructuraciones, la última no hace mucho, su adiós supone uno más entre los múltiples que ha vivido Mallorca. La Sala Astoria, el Palacio Avenida, el Salón Rialto, el ABC y ahora el Hispania han ido cerrando sus puertas paulatinamente. A día de hoy, sólo sobrevive el Lumiere.