M.M./E.B./J.M.P
Los pueblos de la Part Forana amanecieron ayer cubiertos de pequeños mercadillos ambulantes de libros, una nota predominante en la fiesta de San Jordi, común a todos los municipios. Algunos vivieron la fiesta este año de un modo más especial, como fue el caso de Alcúdia y Selva, donde las bibliotecas están de aniversario, o incluso en Pollença, donde se han creado este año unos cabezudos, entre ellos Sant Jordi y el Drac, que desfilarán el domingo. La mayoría de pueblos de la comarca de Inca, como la capital, Alcúdia o Pollença, entre otros, tomaron a los niños y jóvenes como los principales protagonistas de la fiesta en un intento de fomentar la lectura como hábito. Así, por ejemplo, en Inca destacó una audición literaria bajo el título «La literatura infantil fantástica en la música rock». También estos días proliferan los certámenes literarios. Ayer a las 19.00, también en Inca, se entregaron los premios de los certámenes literarios convocados con motivo de la feria. El pasado jueves, en Pollença, presentaban el II Certamen Literari Escolar dedicado a Dionís Bennàssar.
Dentro de los actos del día del libro en la comarca de Inca, el encuentro de escritores poblers se ha convertido en todo un clásico. Con el inicio de «El Quijote», leído en castellano por el escritor Ramon Molina, comenzó ayer la lectura popular de la obra de Miguel Cervantes en la plaza de sa Pobla. Seleccionaron varios capítulos de la obra que fueron leídos en ocho lenguas diferentes. Los escritores Miquel López Crespí, Pere Bonnín, Miquel Segura, Guillem Muntaner, Rafel Socías, Dragma Gross, Jaume Mateu, Josep Maria Morreres, Ramon Molina, Alexandre Ballester y Victor Gayà se encargaron de leer y explicar en público la importancia de la obra cumbre de Cervantes y dieron a conocer, entre otros, el capítulo en el que don Quijote descubre la novela catalana «Tirar lo blanc» y el momento en que el caballero manchego ve el mar por primera vez. El encuentro de los autores se cerró con una comida en Can Quic.
En Manacor, las obras de reforma del Claustro de Sant Vicenç provocaron que la Fira del Llibre cambiara de escenario y fue montada en sa Plaça de sa Bassa, un lugar que a pesar de tener menos encanto arquitectónico fue del agrado de los miles de visitantes. La jornada matinal fue para los más pequeños de la ciudad. Los niños y niñas de los colegios de Manacor fueron pasando por la Fira contemplando los libros y quedaron asombrados ante la multitudinaria presencia de diversas ediciones de «El Quijote» para niños y mayores. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando el Hidalgo apareció en carne y hueso animando la jornada. En cuanto a ventas, los libros más solicitados fueron «La velocidad de la luz», de Javier Cercas; los de Jorge Bucay y «Àngeles y Demonios», de Dan Brown.