Los seguidores de U2 se lanzaron ayer a las tiendas de música de todo el país para conseguir alguna de las entradas para el concierto que el grupo realizará en Barcelona el próximo 7 de agosto para presentar su último disco, «How to dismantle an atomic bomb». Como no podía ser menos, Palma no pudo escapar a esta fiebre. Tiendas como Gong o Xocolat presentaban un aspecto espectacular a primera hora de la mañana, con largas colas que llegaron, en el caso de Xocolat, hasta la Plaça d'Espanya.
Varios fans guardaron su turno durante toda la noche para asegurarse las entradas. Unas entradas que se vendían por Internet, motivo que provocó el colapso informático del servidor debido a la fuerte demanda desde primeras horas de la mañana. Así, a las 12.00 horas, en Xocolat, sólo habían podido vender cincuenta entradas, a pesar de las más de 150 personas que esperaban su turno para comprar la entrada.
Con mucha resignación, los fans de la formación irlandesa tuvieron que esperar pacientemente su turno. Más de uno, sin embargo, tuvo que abandonar la cola para poder empezar su jornada laboral. Otros, obtuvieron su recompensa: una entrada.