El Consell Insular protegerá un aljub, denominado des Lleters, que se encuentra en Son Ferriol y que está decorado con los escudos reales. El CIM ha iniciado el expediente para declararlo Bien Catalogado (BC) ya que es una construcción que se data entre los siglos XVI y XVII.
Situado al borde de la carretera, su estado de conservación es deficiente, según explican los técnicos de Patrimoni: «En el exterior del aljibe, la proximidad de la carretera, la acera, la pared de cierre y una reja colocada muy recientemente están dañando la estructura. Asimismo, la vegetación también puede suponer un peligro para su conservación». En el expediente de incoación de Bien Catalogado se recomienda «la recuperación del aljibe eliminando todos los elementos externos, la acera, pared, reja y vegetación».
La protección que le concederá la figura de Bien Catalogado afectará aaljub «y a todas sus partes y elementos como la bóveda, el cuello, los escudos, los escalones y otros que se puedan localizar en el interior o bajo la acera, la pared o la carretera».
Ealjub des Lleters es una obra de tipo civil para al abastecimiento de agua vinculado a la carretera de Manacor y a la producción de leche en la zona de Son Ferriol, y posiblemente a la transhumancia entre la marina de Llucmajor y la zona de montaña. Aunque aún no se ha confirmado su titularidad de origen, fuentes orales apuntan a que fue pública. Tomeu Bestard, cronista de Palma, comentaba que «si tiene las armas reales y de la Universitat era público». Bestard apunta que, aunque los escudos se encuentran deteriorados, y la visión de los mismos es difícil en la situación en que se encuentra, tapado por una reja, entrevió que en ellos aparecen «las cuatro barras de la Corona de Aragón y las armas del antiguo Reino de Mallorca». Bestard asegura que en su archivo nunca ha visto un documento que hablara de su titularidad. Al igual que los técnicos del CIM, el cronista de la ciudad coincide en la datación: «Su piedra armera, con tres escudos, es de una tipología medieval común hasta el siglo XVI». A pesar de sus valores, que son «innegables», según Patrimoni Històric, el aljibe no consta en el Catálogo de Protección de Edificios y Elementos de Interés Histórico, Artístico, Arquitectónico y Paisajístico del Plan General de Ordenación Urbana de Palma.
No sólo es importante este aljub por la presencia de los escudos, sino que «además de sus valores históricos tiene un componente etnológico y social» que le hace digno de convertirse en Bien Catalogado y es uno de los pocos que conserva la decoración heráldica. Su planta, rectangular, mide 16 x 4 metros, está cubierto por una bóveda y su cuello está cegado en la actualidad. Gabriel Alomar se refirió a él como uno de los que ordenó construir Jaume II. ARCA y el Grup d'Estudi de les Fortificacions de Balears solicitaron su protección.