Un espectacular lienzo de muralla renacentista, de casi 40 metros, y parte de un bastión de la misma, el del Socors, ha salido a la luz esta semana en un solar de la Calle Enric Mateu Lladó, en la Porta de Sant Antoni, donde se construye un edificio de viviendas. El hallazgo obligará a sus promotores a modificar el proyecto, ya que la línea de muralla llega directamente hasta la mitad del terreno.
Josep Merino, uno de los arqueólogos que realizan el control de urgencia preceptivo en toda obra en el casco histórico, comentaba ayer que el departamento de Patrimoni Històric del Consell ya ha sido informado verbalmente del hallazgo y que, ahora, debe hacer un informe escrito. El futuro de la muralla respecto a si ha de quedar a la vista, o simplemente se documenta y se vuelve a tapar, será decidido en la Ponencia Técnica de Patrimoni.
Merino calificó de «espectacular e importante» el hallazgo, tanto por las dimensiones del mismo como porque «habíamos perdido un poco la noción de por dónde pasaba la muralla» del siglo XVI, que se terminó de derribar a principios del XX, aunque los arqueólogos ya tenían la sospecha de que seguramente la encontrarían en el solar, como ha sucedido. Se trata de un muro de piedras de marés como el que hace unos años se descubrió en Vía Roma.