El Grup Serra ha querido recuperar con motivo de las fiestas navideñas «La Faula» de Guillem de Torroella, «una obra capital de nuestra literatura», como explica Pere A. Serra, presidente editor del grupo, en el prólogo de la carpeta-libro. La edición, la traducción, el estudio, las notas y el vocabulario son del doctor por la Sorbona Joan Nadal. El texto se acompaña de un artículo de la profesora de la Universitat d'Alacant Maria Jesús Rubiera y dos litografías de Juli Ramis dedicadas a Guillem de Torroella.
«La Faula» explica un viaje fantástico a la Isla Encantada, lugar en el que reside el rey Arturo. Este viaje empieza y termina en Sóller y está narrado en primera persona, como si Guillem de Torroella hubiera vivido los acontecimientos que narra, como si fuera una aventura auténtica. «Se trata de una obra poco conocida, por no decir nada conocida por los mallorquines», explica Pere A. Serra. De ahí la elección de la obra, para contribuir «al conocimiento y estima de los valores de nuestra cultura mallorquina», en palabras del presidente editor del Grup Serra.
Otro de los motivos por los que se optó por esta historia fue los errores y equívocos que han ido reproduciéndose a lo largo de los años, ya que las obras antiguas al pasar de copista a copista van acumulando in crescendo faltas y errores. «Queríamos encuadrar mejor la obra y conocer con exactitud dónde se sitúa y cómo era la familia de Guillem de Torroella», afirmó Joan Nadal. También se ha incrementado el vocabulario, «incluyendo todas las palabras, tanto las difíciles como las fáciles». Para lograrlo, Joan Nadal ha buscado en el origen de «La Faula», es decir, en los cuatro manuscritos existentes que se conservan en la Biblioteca de Catalunya, la Biblioteca de Carprentràs, el Cançoner Aguiló y la Biblioteca Nacional de Madrid. «Para llegar a conocer la verdad hay que ir al lugar en el que la pluma dejó la huella de su dueño».
El relato incluye una reflexión sobre quién era Guillem de Torroella y qué ha supuesto la narración dentro de la literatura. «El hecho que se produjera en la Mallorca medieval una obra de alto género literario sobre el tema artúrico coloca la literatura mallorquina a la altura de las mejores creaciones europeas», afirma Nadal en la introducción.
La traducción ha querido ser «lo más literal posible» para, de esta manera, «evitar glosses e interpretaciones, que, aunque pudieran hacer más comprensible el texto, tienen el peligro de desviarlo del sentido original del autor». Lo que sí se ha hecho ha sido incluir el texto en el idioma original, que «no es el catalán de la época» porque «los poetas catalanes del siglo XIV para sentirse como tales tenían que expresarse en provenzal», junto a la traducción para, así, comparar y comprender mejor qué quería explicar Guillem de Torroella en su historia, una historia donde el rey Arturo, Morgana e incluso Excalibur están presentes.