CARMEN SIGÚENZA|MADRID
Su espíritu libre y su profunda mirada cervantina han llevado a Rafael Sánchez Ferlosio a ser galardonado con el Premio Cervantes 2004, el más prestigioso de la literatura en lengua española. El jurado, que adoptó su decisión por mayoría, eligió a Sánchez Ferlosio por ser «un gran novelista y ensayista, un soberano escritor. Sus ensayos son piezas literarias y ejemplo de la mejor escritura que se hace en lengua castellana», según dijo Víctor García de la Concha, presidente del jurado del premio y director de la Real Academia Española.
La candidatura de Sánchez Ferlosio fue presentada por Miguel Delibes, José Jiménez Lozano, Fernando Savater, Javier Cercas y Gonzalo Rojas. Savater, que se mostró muy contento con la decisión del jurado, destacó «el gran espíritu libre» que ha caracterizado toda la vida de Sánchez Ferlosio. De las personas que todavía no tienen el Cervantes, «era el que más se lo merecía, no sólo como prosista sino como gran ensayista». Por su parte, el poeta chileno Gonzalo Rojas dijo que «me honra múltiplemente este veredicto del jurado, que reconoce en este escritor su soberanía del lenguaje y su resonancia en el mundo americano. Reconoce en él no sólo al gran novelista y escritor sino al gran poeta que yo creo que hay en él», precisó.
Mateo Diez coincidió con Savater en clasificar de espíritu libre al premiado: «Es un gran espíritu libre que nunca ha buscado complacer a nadie y que ha hecho siempre lo que le ha dado la gana. Todos hemos leído 'El Jarama', y es un símbolo y un canon de la novela del siglo pasado». Nacido en Roma en 1927, Sánchez Ferlosio obtuvo con esta novela el Premio Nadal en 1955, una de las novelas más significativas de la posguerra española. Es también autor de «Industrias y Andanzas de Alfanhuí» y de «Vendrán más años malos y nos harán más ciegos», galardonada con los Premios Nacional de Ensayo y Ciudad de Barcelona en 1994.