El Patronato de la Fundació Teatre Principal adjudicó ayer a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados y Melchor Mascaró las obras de rehabilitación del Teatre Principal. La propuesta presentada por la empresa implica una rebaja del presupuesto inicial destinado a la rehabilitación de un 14 por ciento, pasando de 17.313.783 a 14.485.535 euros. Tras la firma del contrato, que se realizará en breve, Dragados-Melchor Mascaró lo preparará todo para que las obras empiecen a finales de 2004 y no en 2005 como estaba previsto en un principio. El plazo de ejecución será de 24 meses, un plazo que Carlos Feced, ingeniero jefe de obras de Dragados, aseguró que será «factible cumplir». Maria Antònia Munar, presidenta del CIM, afirmó ante las puertas del teatro que el Principal «debería haberse cerrado ahora y no hace más de tres años». La presidenta achacó el cierre del teatro en la anterior legislatura al «desconocimiento» y al «exceso de optimismo» que llevó a su clausura sin disponer de la licencia de obras. El cierre fue una «equivocación», ya que «no es fácil conseguir licencias de un establecimiento público» como es el Principal, subrayó. «Lo más prudente» hubiera sido que la clausura hubiera coincidido con la adjudicación de las obras, añadió Munar, quien asumió su «parte de responsabilidad» por «haber dejado que los que gobernaban en su momento» procedieran al cierre del teatro.
En total se presentaron ocho constructoras al concurso público para la adjudicación de las obras. Dragados y Melchor Mascaró logró 184,90 puntos de los 200 posibles, consiguiendo la nota más alta. «Fue la mejor propuesta y también la más interesante», dijo Dolça Mulet, consellera de Cultura del Consell. La idea básica de la restauración es que el teatro recupere la esencia del que se estrenó en 1860, manteniendo su estética pero adecuándolo al presente. Felipe Delgado fue el autor del proyecto, un proyecto que modernizará y mejorará el Principal. De esta manera, el peine del escenario ganará en altura, pasando de 14 a más de 23 metros, y en anchura, variando de 3,40 a 4 metros. Además, el Principal contará con «el primer escenario móvil de España, que podrá crecer o menguar según las necesidades del espectáculo», dijo Maties Togores, arquitecto del CIM. La tercera planta «recuperará su estructura inicial en forma de herradura», lo que implicará quitar el anfiteatro y sustituirlo por palcos y «la pérdida de 135 butacas», explicó Pedro Bonet, jefe del Servei Tècnic de Arquitectura del CIM.
El mural de la cúpula de Félix Cagé «se restaurará» y se dotará de una iluminación específica. También se crearán dos nuevas salas, una sobre la platea para obras de pequeño formato y otra, ya existente antes de la reforma de 1932, que podrá utilizarse como sala de conferencias.