El Ajuntament de Calvià ha confeccionado ya el proyecto de adecuación de los itinerarios del parque arqueológico del Puig de Sa Morisca (Santa Ponça), un asentamiento cuya ocupación cronológica se estableció en el periodo talaiótico inicial, siglo VI a.C., hasta el siglo XII, época en la que se abandonó por la conquista de Mallorca por parte del rey Jaime I. El primer paso para su desarrollo ha sido la firma de un convenio de colaboración entre el consistorio del municipio y el Instituto de Estrategia Turística de las Islas Balears (Inestur), por el que este último aportará 83.779 euros para el acondicionamiento de la zona.
El Puig de Sa Morisca conforma un espacio de 35 hectáreas único en la isla en cuanto a la riqueza y concentración de yacimientos arqueológicos. En él se localizan poblados, factorías, centros ceremoniales... Esta gran riqueza ha permitido plantearse la realización del parque arqueológico. Según explica José Manuel Ruiz, delegado de Serveis Generals del consistorio de Calvià, entre las actuaciones planeadas para estructurar la visita destaca «el cierre de 2.200 metros cuadrados, lugar en el que se encuentran la mayoría de los yacimientos, que serán restaurados». También «se van a crear 1.100 metros cuadrados nuevos y se van a acondicionar otros 1.400 metros cuadrados más para desarrollar la guía del parque, por donde los visitantes transitarán siguiendo un discurso cronológico». La pequeña barrera montañosa en la que se erige este asentamiento ha sido aprovechada, asimismo, para incluir siete puntos de vista panorámicos a la Bahía de Santa Ponça y sus alrededores.
Otro aspecto que se ha tenido muy en cuenta en el proyecto es la señalización de este particular parque temático. Así, se colocarán 15 puntos de orientación, 19 paneles explicativos y 7 paneles de información en los miradores.
El objeto de este proyecto, explica Ruiz, «es doble». Por un lado, resalta su carácter pedagógico, basado en la experiencia piloto realizada en el túmulo de Son Ferrer, también en Santa Ponça, «por la que los colegios, principalmente de Calvià, han podido conocer de cerca el patrimonio histórico a través de este asentimiento». Por otra parte, se encuentra «el interés por establecer actuaciones destinadas a mejorar el modelo turístico, incrementándolo con una oferta cultural de calidad que sirva como incentivo a la oferta de sol y playa».