J.HERRANZ/M.D.
El pintor alemán Erwin Bechtold, afincado en Eivissa desde 1954, cumplirá ochenta años en 2005. Entre los proyectos que baraja para celebrarlo se encuentra una exposición antológica en el Museu Es Baluard de Palma. La muestra acogerá no sólo el trabajo de este pintor, nacido en Colonia en 1925, sino piezas de los artistas con los que compartió ideas y una forma similar de entender el arte contemporáneo en la primera mitad del siglo XX. La actividad pictórica de Erwin Bechtold se ha desarrollado en su mayor parte en Eivissa, donde en Sant Carles tiene su cuartel general, una casa que adquirió en 1959, que entonces «era una ruina», y que él restauró combinando la arquitectura payesa con los principios racionalistas del movimiento moderno. Desde sus inicios en el mundo de la plástica, en 1947, mantuvo una intensa relación con los artistas españoles de la vanguardia; primero con los catalanes del grupo Dau al Set, y también con los madrileños de El Paso, y fue, junto a Erwin Broner, miembro fundador del Grupo Ibiza 59, uno de los movimientos artísticos más relevantes de la isla pitiusa, del que formaron parte Hans Laab, Katya Mairowsky, Bon Munford, Egon Neubauer, Antonio Ruiz, Bertil Sjöberg y Heinz Trökes.
La pasada semana, Bechtold recordaba en Ultima Hora Ibiza y Formentera sus primeros años en Eivissa: «Es cierto que recuerdo con nostalgia los primeros años en la isla, pero tampoco hay que olvidar que el mundo ha cambiado mucho en todas partes, y hay que valorar como se merecen las facilidades que ahora tenemos en Eivissa para poder viajar y para comunicarnos dentro de la isla. Así que no pienso marcharme, tengo las raíces bien hondas y aquí pienso seguir». Erwin Bechtold, de quien se exhibe una obra de gran formato en Es Baluard desde la inauguración del museo, también está profesionalmente ligado a Mallorca, ya que aquí ha expuesto en diversas ocasiones tanto en espacios privados como públicos. En 1994 su obra fue revisada con una gran muestra en sa Llonja.
Como se escribe en la «Gran Enciclòpedia de la Pintura i l'Escultura a Balears», «el conocimiento de España supuso para él un gran descubrimiento», y ocurrió al iniciarse la década de los cincuenta del siglo pasado, tras una estancia en París, donde fue alumno de Fernand Léger. En 1956 ya expone piezas que se pueden incluir dentro del informalismo matérico en la Sala Gaspar de Barcelona y en la Buchholz de Madrid. La citada publicación resume los principios de su plástica, asegurando que «desde el informalismo matérico hasta las variaciones del ángulo sobre una superficie plana, la obra de Erwin Bechtold ha recorrido un largo camino por los territorios más sugestivos del arte contemporáneo», una trayectoria de la que pronto el público podrá disfrutar en Es Baluard.