El catedrático de arte y ex director de la Documenta 6 y 8 de Kassel, Manfred Schneckenburger, estuvo ayer en Palma. El dos veces director de la Documenta 6 y 8 (1977 y 1987) habló del arte actual y de lo que ha variado, del futuro de las nuevas propuestas artística y del coleccionismo. Schneckenburger considera que «desde 1977, más que cambiar mi forma de ver el arte, ha cambiado el arte en sí. En los setenta había arte que permanecía oculto. En los ochenta las cosas habían evolucionado. Ya había mucha más información, más revistas especializadas».
Para Schneckenburger, que visitó la Isla con motivo de la exposición «Twins» de la que es comisario y que puede verse en Artforum, «el público, por aquel entonces, conocía con mucho más detalle este mundo. Además, en los ochenta los artistas reflejaban la sociedad, mientras que en los setenta el arte sólo se miraba a sí mismo». Sin embargo, hoy, la situación ha cambiado. «Hay una desaceleración: antes salía un 'ismo' cada cinco años. Ahora, cada 10 años surge un nuevo paradigma, si surge. La documenta 10 y 11 fueron muy teoréticas. Todo estaba ya conocido». Schneckenburger añade que «actualmente los comisarios tienen un papel más activo. Ahora los comisarios se dan a ellos mismos más importancia». «No es mi caso», bromea.
El experto habló también del negocio del arte: «En los 80 era muy fuerte. Había mucho movimiento, aunque no puedo ofrecer cifras. Desde entonces podríamos decir que el volumen de negocio se mantiene a un nivel fijo en el núcleo. Los cambios se producen en los márgenes». Sí ha variado algo: el perfil del coleccionista. «Lo que sí ha cambiado es la figura del coleccionista. Ya no hay grandes compradores como antes. Ahora el mercado es más heterogéneo, el cliente es más diverso». A una galería «le bastaba uno o dos buenos coleccionistas para vender» sus cuadros. Ahora no es así. «El galerista debe cuidar más a los clientes si quiere vender más».