Lo clásico y lo contemporáneo, Mozart y el Mozart del tango, más conocido como Astor Piazzolla. El Ballet de Zaragoza ofrecerá el próximo 2 de septiembre en el Auditòrium su reinterpretación del clásico «Don Juan», una coreografía en la que ha mezclado ingredientes actuales con neoclásicos. «La unión entre la música de Mozart y su 'Don Giovanni' y las piezas de Piazzolla ha sido perfecta, encajan de tal manera que no se nota el cambio entre un compositor y otro», afirmó Patsy Kuppe-Matt, directora de la compañía.
En la pieza se presenta a don Juan como «un personaje más detestable que admirable» que se dedica a «herir a las mujeres». «Otro de los elementos que hemos querido destacar han sido las emociones de las mujeres, sus sentimientos». Unos sentimientos que se expresan «a través de la danza contemporánea» y que tienen en Piazzolla a su autor mientras que, la actitud de don Juan, se narra mediante «el baile clásico y Mozart». El papel de la mujer varía a lo largo de la representación. «Las mujeres empiezan siendo rivales para terminar convirtiéndose en cómplices». El principal exponente es doña Elvira, «la monja que seduce don Juan». «A pesar de todo, a pesar del dolor que le produce su relación con don Juan, siempre le perdona». Sin embargo, al final, «el lado femenino vence».
El Ballet de Zaragoza nació en el año 1982 gracias a la implicación de María de Àvila. «Es una auténtica maestra, sus alumnos han conseguido un nivel muy alto». Hoy, Patsy Kuppe-Matt exige a sus discípulos que estén a la altura «de los bailarines europeos». «Deben conocer el baile clásico para, así, poder acercarse al contemporáneo sin ningún problema». La «virtuosidad» y «un alto nivel técnico» son los ejes de la compañía. «Somos de los pocos ballets nacionales neoclásicos que existen, además de los únicos a nivel estatal que ha impulsado un ayuntamiento».