Deià celebró ayer un sentido homenaje al recién nombrado hijo adoptivo de la localidad, el arqueólogo americano William Waldren, que falleció hace unos meses. El acto consistió en la celebración de una misa y el descubrimiento de una escultura en su recuerdo.
Durante la ceremonia se vivió una gran dosis de emotividad, ya que se encontraban presentes la viuda de Waldren y muchos otros familiares, que no pudieron evitar las lágrimas al recordarlo. Entre otros asistentes al acto se encontraban los alcaldes de Deià, Jaume Crespí; Valldemossa, Joan Muntaner; Sóller, Carlos Simarro; y Fornalutx, Joan Albertí; el cónsul de los Estados Unidos, Tummy Bestard, así como diferentes representantes del mundo de la arqueología.
El alcalde de Deià tuvo unas palabras de agradecimiento para William Waldren por los muchos años vividos en este municipio y por su exhaustivo estudio del myotragus y de las cuevas de Deià.