La excavación metodológica de la calle Antoni Maura de Palma continúa confirmando los datos de ocupación de la ciudad a través de los siglos y «corrobora la importancia histórica de la zona». Los últimos hallazgos se centran en un colector de aguas sucias del siglo XVII y en material cerámico datado en los siglos II y I antes de Cristo. También se ha encontrado un fragmento de cerámica talayótica. En el yacimiento trabajan los arqueólogos granadinos Rafael Turatti, que es el director, y Francisco Domínguez. «Entre las estructuras más curiosas destaca el colector del siglo XVII construido con la intención de dar salida a las aguas sucias de la ciudad cuando se desvía la Riera», explican. El colector atraviesa todo Antoni Maura desde la Plaza de la Reina, se encuentra en bastante buen estado y se construyó mediante una bóveda de medio cañón, en marés, que arranca de la parte superior del muro. Un ramal que parte de la Almudaina empalma con él.
Respecto a la cerámica romana, la aparición de fragmentos de la denominada de alta calidad indicaría que «en la zona habitaban gentes de posición». De las de este tipo hay de barniz negro, de paredes finas y sigillata Dressel II. De esta última es una lucerna hallada casi entera, decorada en relieve y con una aguada de color rojo. Uno de los trozos de la de barniz negro lleva una graffiti con una letra que correspondería al nombre del propietario «ya que las marcas se hacen después de la cocción».
También en los estratos romanos aparecen moluscos marinos que han llevado a los arqueólogos abrir dos hipótesis. Una, que la línea de costa llegaría hasta Antoni Maura, y otra, que «estos moluscos los traerían del mar para consumo ya que son los mismos que utilizaban para la fabricación de garum, un condimento en forma de salsa, a base de pescado y moluscos machacados, que consumían mucho; un garum muy afamado era el de las factorías de Motril y Almuñecar». De la cerámica medieval musulmana destacan los cuellos de redoma, jarras globulares de cuello fino y asa para servir líquidos, y los contenedores de cereal; de época renecentista, cuando se levantó la muralla, en el siglo XVII, la cerámica hallada se denomina marmorata y vendría de Pisa. La excavación empieza, en una nueva fase, a los pies de la estatua de Ramon Llull.