La práctica pictórica denominada punto de plata ha sufrido una existencia fluctuante en su uso, habiendo rozado casi la desaparición. La pintora Jeannine Cook es una de los pocos artistas actuales que la investiga y utiliza en sus lienzos. «Fue en el s.XIII cuando algunos artesanos descubrieron que la plata era un metal dúctil y sensual, perfecto instrumento para dibujar», explica Cook. «Tuvo en el Renacimiento, de la mano de autores como Da Vinci, Michelangelo o Raphael, entre otros, su período de oro. Sin embargo, poco después, con la llegada del grafito, se fue perdiendo en el olvido», añade.
Rescatar el punto de plata como procedimiento asimilabre por el arte contemporáneo es uno de los retos de Jannine Cook, que se encuentra entre las pocas decenas de personas que hoy en día conocen y utilizan esta técnica. La artista reconoce que el punto de plata tiene algún inconveniente, puesto que «no se puede borrar, es muy laborioso y su gama de tonos es algo restringida».
En contraposición, afirma que «es una práctica muy sofisticada como resultado, fácil de combinar con diferentes materiales como la acuarela o el lápiz de color». El efecto final es, según Cook, «es quilibrado y muy contemporáneo».