CARLES DOMÈNEC|GIRONA
La Fundació Caixa de Girona inaugura en la Fontana d'Or, en pleno centro de la ciudad catalana, una exposición compuesta por 39 cuadros de Joaquim Mir. Más de la mitad de las obras pertenecen a la época mallorquina del pintor, desde que viaja a la isla en 1900 hasta su accidente en Sa Calobra de 1904.
La exposición ha sido calificada por su comisario, el historiador Francesc Miralles, como «la presentación más seria de la obra de Mir y de su evolución». El especialista en la obra del pintor calificó a Mir como «el paisajista más importante del siglo XX que llegó a la abstracción desde la práctica, de una manera visionaria, cuando nadie hablaba de abstracción».
Las pinturas expuestas en Girona se agrupan en dos partes: una destinada a obras inéditas o poco conocidas y la otra a su época mallorquina. Los cuadros pintados en Mallorca representan la plenitud del pintor y el descubrimiento del color y la luz. Sus años en la Isla provocaron un cambio en su pintura y su vida. Los cuadros proceden de colecciones privadas o de instituciones como la Fundació Es Baluard. Mir retrató los paisajes de la Isla, especialmente los de la Serra de Tramuntana. En Girona sólo uno de los cuadros pintados en Mallorca presenta figuras humanas, el que hizo en el interior de una casa en Sóller. El resto muestra su visión de la bahía de Palma, Bellver, el Torrente de Pareis, Pollença, Miramar y, en general, la zona norte de Mallorca.