El Gobierno nombró ayer director del Instituto Cervantes al periodista y escritor César Antonio Molina, quien, después de ocho años al frente, deja el madrileño Círculo de Bellas Artes como un referente de la vida cultural madrileña.
Molina sustituye a Jon Juaristi en la dirección de la institución que se encarga de expandir la Lengua y la Cultura española en el mundo y que está adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores pero que depende también de los de Cultura y Educación.
El nuevo director del Cervantes entiende que ha sido elegido como «una persona de la cultura para hacer cultura», porque esta institución, aún joven, no sólo ha de «difundir la lengua española en el mundo, sino convertirse en un faro, hacia dentro y hacia fuera, de la cultura en nuestro idioma», sin excluir otras lenguas del estado.
Por otro lado, el Consejo de Ministros, a propuesta de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, aprobó también el nombramiento de Rosa Regás como directora general de la Biblioteca Nacional. Regás sucede en el cargo al también escritor Luis Racionero, que ha regido esta institución desde marzo de 2001.
Asimismo, el Gobierno ha mantenido como presidente de Patrimonio Nacional a Alvaro Fernández-Villaverde, duque de San Carlos, y como gerente a Miguel Angel Recio, en tanto que ha modificado su Consejo de Administración con el nombramiento de ocho nuevos vocales. Así, según los Reales Decretos aprobados ayer, los vocales que pasan a formar parte del citado Consejo son Nicolás Martínez-Fresno, secretario general de Presidencia del Gobierno; Francisco Muñoz Ramírez, consejero de Cultura de la Junta de Extremadura, y Luis Herrero Juan, subsecretario de Presidencia.