El Centre de Cultura Sa Nostra acogió ayer noche la presentación de la edición digital de los «Papeles de Son Armadans». El mismo día en que Cela hubiera cumplido 88 años, la sociedad mallorquina recordó el papel que desempeñó la revista ideada por el Nobel desde la Isla y que supuso un referente después de la gris posguerra que vivió el país. El acto contó con la presencia de diversas personalidades. Presidiendo la mesa estaban Francesc Fiol, conseller de Cultura del Govern; Marina Castaño, presidenta de la Fundación Camilo José Cela; Tomás Cavanna, director gerente de la fundación; Llorenç Huguet, presidente de Sa Nostra, y el catedrático Adolfo Sotelo.
Marina Castaño quiso anunciar durante la presentación la preparación de una exposición centrada en la vida y obra de Camilo José Cela que se inaugurará en 2006 en el Centre de Cultura Sa Nostra. Una muestra que presentará a través de imágenes, manuscritos, cartas o primeras ediciones el extenso legado del Nobel y que después recorrerá ciudades como Madrid. Castaño también destacó el trabajo realizado por la fundación y por los patronos de la misma, resaltando «la donación realizada por Pere A. Serra, presidente-editor del Grup Serra, de un extenso número de libros de Cela a Iria Flavia».
Adolfo Sotelo subrayó la importancia de la publicación mediante la conferencia «Los papeles mallorquines de un escritor universal». «La revista tuvo un talante liberal y tolerante», afirmó. Cumplió dos funciones clave. La primera fue «poner en relación la literatura de la España peregrina con España, es decir, mostrar la obra de aquellos escritores que habían tenido que exiliarse como por ejemplo Alberti o Cernuda». La segunda consistió en «atender a otras lenguas, especialmente al catalán y al gallego, y a otras disciplinas como el arte». «Buscaba recoger la polifonía, en ese aspecto puede considerarse una publicación muy moderna».
Camilo José Cela decidió vivir en Mallorca porque la Isla le ofrecía dos elementos clave para cualquier escritor: «Soledad e independencia». «El lugar ideal para llevar a cabo una revista como 'Papeles de Son Armadans' era Mallorca porque, como el propio Cela decía, se trataba de un meridiano cultural que no pasaba por Madrid». Lejos de la capital, el escritor tenía «más libertad». La digitalización permitirá «agilizar la consulta» y que «los estudiantes o historiadores se acerquen y realicen futuros trabajos completos centrados en la publicación como, por ejemplo, tesis doctorales». Un trabajo que sólo podrá verse con el paso tiempo, cuando muestre sus frutos.