El pleno del Consell de Mallorca aprobó ayer conceder la máxima protección patrimonial a nueve edificio de Mallorca, a los que declaró Bien de Interés Cultural. La propuesta, aprobada por unanimidad, incluye las cases de neu del Massís de Massanella (Escorca), que tendrán la categoría de Lugar Etnológico. A ella se suma la declaración, con categoría de monumento, para la finca de Alfàbia (Bunyola), la iglesia de Sant Bartomeu (Montuïri), la iglesia de Santa Fe (Palma), la de Pau de Castellitx (Algaida), la de Santa Llúcia (Mancor de la Vall) y la iglesia de Sant Pere (Escorca).
También se aprobaron la declaración de Bien Catalogado a favor de las iglesias de la Sang (Muro) y de Santa Anna (Alcúdia). El conseller de Territori del Consell, Bartomeu Vicens, destacó la importancia que tiene para la institución la protección del patrimonio y agradeció que en esta materia existiera colaboración y consenso por parte de la institución. Señaló que, frente a quienes hablan del «pacto de cemento», lo que el Consell busca es lograr que Mallorca tenga unas infraestructuras modernas y que éstas sean compatibles con la protección del patrimonio.
Vicens reafirmó la voluntad de la institución insular de apostar por el patrimonio de Mallorca, «porque es apostar por la identidad de nuestra tierra». El conseller destacó que el Plan Territorial hace una apuesta por la defensa del patrimonio con disposiciones que obligarán a los ayuntamientos a delimitar sus centros históricos para protegerlos y que los municipios deberán hacer un catálogo de elementos patrimoniales.